ESMERALDA BLASCO

La Historia

Todo empezó cuando yo era pequeña. Mi padre era ebanista, de los buenos, de los de hacer un mueble desde un tablón de árbol. Lo que hizo que me criara entre polvo y serrín, con olor a madera y a barnizado, a ebanistería. 

Primero empecé haciendo pequeñas manualidades con chapas, paneles y tallas. Con 8 años ya le ayudaba lijando, repasando cantos con cincel y haciendo pequeñas cosas que me hacían disfrutar y aprender un poquito de ese oficio que por desgracia se ha perdido, y al que yo tenía muy claro que me quería dedicar.

Comencé a hacerle dibujos de todo tipo de muebles, que luego el hacía para los clientes. Y con dieciséis años, tuve muy claro lo que quería ser, si no era ebanista sería algo que estuviera relacionado con los muebles y la madera, y aquí es donde apareció el Diseño de Interiores.

Estudié una carrera para estar cerca de los muebles, pero el resultado final es que igual que construyes un mueble desde unos tablones de madera noble, se construye cualquier proyecto de interiorismo. Desde una base en bruto, para conseguir igual que creaba mi padre esos muebles maravillosos, espacios que hagan vibrar, tanto a mi creándolos como a quien me lo encarga.

Cada vez que entro en una obra y están cortando madera, me lleva a esos recuerdos. Lo que hace que para mí, esto más que un trabajo sea una forma de vida, en la que soy feliz realizándolo y hago feliz a los demás disfrutando de mi trabajo terminado.

 

Esmeralda Blasco